24.4.15

Diario de lectura: Historieta.


- El monstruo de color de rosa. Suehiro Maruo (Traducción de Marc Bernabé y Verónica Calafell; Glénat 2004). Una antología de historias breves (aunque algunas no son precisamente "historias" sino auténticos experimentos de arte en secuencia) de Maruo, uno de los autores de Manga más polémicos. Trata los temas de costumbre el Ero-Guro (Erótico-Grotesco): Sexo y sexualidad, violencia y gore, imágenes perturbadoras o poéticas (a veces ambas cosas a la vez), y una profunda crítica a la misma existencia humana. Algunas historias notables de ésta colección son: "La niña de las camelias" (prólogo a la obra del mismo título que es de hecho pieza clave de Maruo), "El regreso del Dr. Caligari" (extraño pastiche / homenaje al cine expresionista Alemán), "Kawayanosuke el virgen" (una alegoría acerca de todo aquello que desechamos por razones quizá egoístas), "Sangre y rosas" (una fantasía romántica que se vuelve pesadillesca) y los juegos perversos que son "Las costumbres del criado" y "Se pudre la noche". 

Si bien creo que lo mejor de Maruo son sus obras más largas y de hecho ligeramente menos gráficas ("La niña de las camelias", "La extraña historia de la isla Panorama"), sus extremadamente truculentas obras breves son realmente la esencia de su estética y de su inquietante visión del mundo. Definitivamente Maruo no es un autor para todos: las visiones que plasma en sus páginas son absolutamente grotescas amén de mostrar una fascinación por lo más oscuro del ser humano (y en esto, si bien su crítica está especialmente enfocada a la sociedad Japonesa, en más de una ocasión toca lo más perverso de toda la humanidad). Mas para quienes se atrevan a sondear los abismos de su obra hay mucho aquí que vale la pena. Por ejemplo, leer una de las pocas obras que tocan la auténtica crueldad. 

8.4.15

Diario fílmico.

(También iré poniendo unos cuantos comentarios sobre películas que vea)

- Amores Perros. (México, 2000. Dir. Alejandro González Iñárritu). Tres personas de distintos estratos sociales ven su vida cambiada de golpe a raíz de un violento choque automovilístico. Octavio, quien desea a su cuñada y no se detendrá ante nada para cumplir sus objetivos --por ejemplo, ante la posibilidad de lucrar con las peleas de perros clandestinas. Valeria, modelo cuya carrera se ve detenida por el accidente y cuya relación con su productor Daniel se desmorona al tiempo que su perro desaparece en las profundidades del departamento en que Valeria se recupera. Y el Chivo, aparente pepenador que es en realidad un sicario al servicio de la gente privilegiada y corrupta. 

Quince años después de que se estrenara en cines he vuelto a ver ésta película (y para recuerdos... ¡Cuando se estrenó aún estudiaba yo la preparatoria!), y hay que decir que sí se mantiene, y que no en vano fue una de las producciones que revitalizaron el cine Latinoamericano en la década del 00. Como apunta el crítico de cine Jorge Ruffinelli, ésta es una película que trata no tanto de caninismo como de cainismo. Trata de amores, pero de amores que muerden. De acuerdo que la segunda historia no tiene exactamente la misma fuerza que las dos anteriores (y cual de esas dos es la mejor está sujeto a discusión), y sin embargo me parece que funciona. Fue la primera producción de Iñárritu, que desde entonces ha seguido una carrera más bien peculiar (desde luego, de ésta película a su más reciente producción, "Birdman", hay bastante trecho, que no mejora). Es de notar el manejo adecuado de la violencia (esto es, el director sabe muy bien qué tanto mostrar y qué tanto no) y las estupendas actuaciones. También la banda sonora.