31.7.20

Día - 30.


Sí, sí, “menos treinta”, porque ahora comienzo otro ciclo de treinta películas, que ya veremos hasta dónde se extiende. Mismos criterios: Se trata de consultar cuantos recursos tenga a la mano, tanto lo popular como lo casi desconocido. 

Así pues: 



- Dawn of the dead. (EU, 1978. Dir. George A. Romero)

En el mundo se ha desatado una epidemia — ¡de muertos que vuelven a la vida para alimentarse de otros! Mientras el mundo se desmorona su alrededor, dos reporteros y dos paramilitares reniegan de sus oficios y unen fuerzas para sobrevivir a bordo de un helicóptero. Tras algo de búsqueda, llegan a un centro comercial, que pronto vuelven su base y, muy brevemente, su oasis. Pero cuando cae el mundo moderno, capitalista, no se puede vivir entre tiendas por mucho rato, y al poco llegarán nuevas amenazas. Tanto de muertos como de vivos…

Extraordinario filme de Romero, y un auténtico filme de culto, que aún más que su anterior “La noche de los muertos vivientes”, fijó los parámetros que luego se volvería clichés del cine moderno de zombis. No es en realidad una secuela de ésta, como muchos han creído. En realidad, todas las películas de “los muertos” de Romero ocurren cuando inicia la plaga, sólo que cada una corresponde a una década distinta. Y sí, como muchas películas que establecen un sub-género, sus miles de imitaciones y variaciones no han comprendido por qué éste filme funcionaba. 

Es que el horror visceral que se esperaría sólo ocurre al principio y al final, como entrada y salida de lo que en realidad es un drama humano: El de cuatro personas que intentan no tanto sobrevivir sino vivir. Que a ratos juegan en ese oasis ilusorio que han conseguido, y a otros tienen que defenderse de amenazas cada vez más y más concretas. Que formarían dos o más parejas si no dudaran tanto de sí mismos. Y que a final de cuentas tendrán que decidir, de nuevo, qué significa vivir más que morir. 


En fin, una película que sigue teniendo mérito sumo. Muy recomendada. 

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Literatura mexicana gay según Guillermo




- Literatura mexicana de temática gay del siglo XIX al XX. León Guillermo Gutiérrez. 

Colección de ocho ensayos sobre el tema que el título anuncia. Revisiones no exhaustivas (a decir verdad bastante limitadas) de ejemplos literarios sobre el tema homosexual a finales del siglo XIX y un mediado del siglo XX (más brevísimas menciones de ejemplos en el siglo XXI). Después, análisis más detallados del poema “Recinto”, de Carlos Pellicer, y de las novelas “El diario de José Toledo”, de Miguel Barbachano Ponce y “El vampiro de la colonia Roma”, de Luis Zapata. Después, repaso a una selección de cuentos que se pretende detallada, mas otra enfocada en el tema de arquetipos y muy específicamente de la homofobia. 

Un tema importantísimo, pero éste libro sufre de un problema muy recurrente en estudios literarios (y estudios en general) de tema o género específico: No solo el autor tiene una selección muchísimo más limitada de lo que cree, sino que encima observa todo desde una óptica completamente pesimista y acomplejada. Más aún, estos ensayos fueron concebidos cada uno para leerse por separado en lugar de como parte de una colección, y en consecuencia resultan repetitivos hasta machacar y cansar. Mejor dicho, no es consecuencia, sino evidencia de una escritura poco variada. 

De cualquier modo es útil como mapa de recomendaciones. En éste caso tanto de obras buenas, como de obras que más bien conviene evitar y sobre todo, provoca hacer uno mismo su selección, por lo menos para rebatir demasiados argumentos lastimeros de éste libro. O para denunciar las obras que se han pasado por alto: Ni rastro de autores importantes como Joaquín Hurtado o Wenceslao Bruciaga. Tampoco de autores de origen extranjero pero radicados en México que también han tratado el tema, como Fernando Vallejo. Ni mención de cuentos importantes como “Éste laberinto de hombres”, de Sergio Galindo, “La gloria de la repetición,” de Enrique Serna, “La mujer de Lot” y “Marsías” de Verónica Murguía, ni de “Un martini seco”, de Arturo Arredondo. Ni de novelas como “Los esclavos”, de Alberto Chimal o “La ruta del hielo y la sal”, de José Luis Zárate. O pretende que el cuento “De amor es mi negra pena” es el único del tema de Luis Zapata, ni mención de “La cuenta de los días” o justamente “Ese amor que hasta ayer nos quemaba”. Y un larguísimo etcétera. 

En cuanto a la poesía, pese a que el ensayo con que abre declara que el tema gay en la literatura Mexicana se ha desarrollado en la poesía, el autor sólo parece conocer dos poemas del tema. “Recinto”, arriba mencionado, y muy brevemente citado, “Nocturno de los ángeles”, de Xavier Villaurrutia. 

En fin: Sí, es un libro limitado. Sí, Gutiérrez hace hincapié en la antología “De amores marginales”, que justamente es considerada una de las peores antologías del tema, como mapa. Y el propio Gutiérrez después colaboró en una segunda versión de esa misma antología, ahora titulada “Amor que se atreve a decir su nombre”. 

¿Lo vuelve todo eso un libro malo, que es mejor evitar? Creo que no. Más bien sirve como evidencia de cuales son los prejuicios a veces casi inconscientes que hay que desarraigar y disolver, tanto como lectores y como escritores. Y estudiosos. E incluso como interesados en el tema. 


A buscar textos más gozosos del tema, pues. Tierras más verdes que están ahí mismo, en el enorme campo que es México, que es Latinoamérica, que es el mundo entero. 

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21.7.20

30 dias de cine, resumen


Tal es la situación mundial que un reto que me había planteado para el mes de abril, se extendió hasta finales de julio. 

Pero debo decir que fue muy satisfactorio. No solo por el sencillo hecho de ver treinta películas echando mano de todos los recursos de que dispongo, sino porque sirvió como estímulo para forzarme a buscar varias películas que durante años había ido posponiendo. Y, claro, a escribir sobre ellas —si las primeras obtuvieron reseñas dubitativas, creo que poco a poco fui ganando confianza para escribir más y más al respecto. 

¿Pone algo en evidencia? Sólo lo que ya se sabía: Que el panorama está inundado por producciones anglosajonas. Y en tiempos recientes, para hablar de distribuciones electrónicas, un exceso de dependencia de Netflix y en menor medida de otros sistemas. El problema no es que existan, sino lo rápido que nos acostumbramos a limitarnos a todo ello. 


Quiero continuar con el reto, pero probablemente con otro enfoque. Quizá ordenar películas por década, por tema (más que género) o por otros criterios. Ya veremos. 

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Chacal el chacal




- Chacal el chacal. Zurdo & Cross. 

Las correrías nocturnas de un chacal, en ambos sentidos de la palabra: el animal y el prostituto, que por descontado está más interesado en lo que pueda robarse que en el sexo. Pero la ciudad guarda varias sorpresas…

Un sencillo entretenimiento de una pareja de artistas cuya producción tiende a ser más bien mediocre (son los autores de la hueca tira “GabShiba”). Sin embargo tiene una buena calidad técnica. Y si en el fondo es tan solo una imitación los fanzines pornográficos japoneses (‘doujin’, no solo enfocados a parodias sino a veces con personajes propios de los autores), por otro lado es una imitación muy bien lograda, a veces incluso correctamente trasplantada al ambiente mexicano. 


En fin, un producto que no pretende ser más que lo que es, y en ello reside su principal virtud. 

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19.7.20

Día 30




- What we do in the shadows (Nueva Zelanda, 2014. Dirs. Taika Waititi y Jemaine Clement). 

Un equipo de documentalistas sigue a un grupo sumamente inusual: Cuatro vampiros europeos que comparten casa en Wellington, Nueva Zelanda, en el siglo XXI. Para monstruos de la vieja escuela no siempre es fácil adaptarse a la vida contemporánea. Sean vampiros, hombres lobo, zombis… Pero con la llegada de un nuevo compañero, las cosas parecen mejorar. Aunque claro, a final de cuentas éstos no son solo excéntricos, sino monstruos en todo sentido de la palabra. Son seres sedientos de sangre…

Excelente comedia de horror de Waititi y Clement. Es una historia que han trabajado muchas veces. Primero como cortometraje en el año 2005, después ésta película y recientemente una serie de televisión en el año 2019. Se trata de una historia que se alimenta de arquetipos clásicos y que más que parodiarlos, los contrasta con la vida moderna. Lo que la vuelve comedia exitosa es no permitir que ninguno de sus personajes sea invencible (y por lo tanto inverosímil). Estos monstruos tienen serias limitaciones (por ejemplo, los vampiros no pueden ingresar a ningún lugar al que no hayan sido invitados —lo que significa que no pueden entrar a muchos clubes nocturnos exclusivos. Los hombres lobo intentan buscar ropa que no quede inservible cuando se transforman. Los zombis elocuentes se enfrentan al estereotipo de ser considerados imbéciles. Y así en adelante). ¡Hasta los cazadores de monstruos son susceptibles de errores chapuceros! 

Pero no deja de ser una historia de terror porque monstruos y víctimas también cargan cierta tragedia consigo. Para los inmortales, estar condenados a ver cómo todo lo que aman o les interesa queda destruido por el tiempo es traumático. También lo es tener que renunciar a placeres como la comida (solo pueden alimentarse de sangre) o el sol. Y para los humanos a su alrededor, la posibilidad de ser inmortales los lleva a cometer crímenes cada vez más crueles, todo con la idea de congraciarse con alguien que a fin de cuentas los desprecia. 


Distribuida en varios países de lengua española con el título “Entrevista con unos vampiros” (que de hecho es el lema promocional), vale mucho la pena. 

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8.7.20

Día 29




- The Celluloid Closet. 

(EU, 1995. Dirs. Rob Epstein y Jeffrey Friedman)

Un documental sobre la manera en que Hollywood ha presentado la homosexualidad desde las épocas del cine mudo (circa 1895) hasta alrededor de 1995, año en que se estrenó la película. Basado en el libro de Vito Russo (que al parecer tenía un enfoque un poco más político) y narrado por Lily Tomlin (también productora, que según cuenta tuvo que mover cielo, mar y tierra para llevar adelante éste proyecto), analiza la manera en que diversos momentos históricos cambiaron la manera en que se trataba el tema en pantalla. Específicamente, la censura y la represión ideológica por parte de grupos conservadores, que a la fecha son quienes más control ejercen sobre lo que podríamos llamar el cine ‘mainstream’, pensado para el público masivo. También hay que tomar en cuenta la importancia de los 90 en Estados Unidos donde si por un lado parecía haber más apertura sobre el tema (y en efecto hay más películas que lo abordan abiertamente —y, más importante aún, de manera positiva), también es una época de gran censura. Son los años de la iniciativa “Don’t ask, don’t tell” (“No preguntes ni cuentes”) del gobierno de Clinton, que llevó a una ola de discriminación encubierta de la que a la fecha no se ha realmente hecho un recuento satisfactorio. 

Se analizan varias películas clave a lo largo de las épocas; también varias menos recordadas hoy en día. Se podría hacer una pequeña crítica: Se analizan casi exclusivamente producciones Estadounidenses (y justamente de Hollywood), apenas mencionando muy brevemente una que otra producción británica —y, cerca del final, una australiana. Pero este documental no pretende abarcar toda la historia del cine Gay, sino enfocarse en una parte específica. 


De suma importancia, entonces y ahora. 

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