- ¿Me amas? preguntó ella.
- Por supuesto, dijo él.
Caminaron un rato en silencio y ella dijo:
- Pero, ¿de veras me amas?
- Sí.
Tras pensarlo un poco, dijo:
- Pero, ¿de veras, de veras me amas?
- No.
Y ella no preguntó más.
El blog de un autodenominado literato, que consiste precisamente en lo que su título anuncia.
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