19.4.19

Cita.


“El gusto por la certidumbre a menudo está asociado a un gusto por la servidumbre.” 

— Clement Rosset. El principio de la crueldad. 


…Vaya que eso explica mucho, demasiado…

5.4.19

Tinieblas de ultratumba.




- Tinieblas de ultratumba: La tenebrosa historia de Sarah Ellen. José Donayre y Miriam Montaño. En 1913 en Blackburn, Inglaterra, las hermanas Morgan fueron acusadas de brujería y condenadas a la hoguera. John Roberts, el esposo de Sarah Ellen, la mayor de las hermanas, le prometió que serían enterradas en campo santo. Como ningún cementerio europeo las aceptara, comenzó entonces una fatigosa travesía hasta el continente americano. Una travesía que dejaría un rastro de muerte y horror…

La de Sarah Ellen es una leyenda peruana popular, a propósito de la tumba de una mujer inglesa enterrada en Pisco, y que se dice habría practicado la brujería o bien habría sido vampiro. Éste comic, con guion de Donayre y dibujo de Montaño, recoge diversas piezas de la leyenda para armarlas en una sola historia. 

Es, por así decirlo, una obra pensada para los aficionados, y muy específicamente para el público peruano. Se incluyen diversas referencias a historias del género (por ejemplo, la travesía del barco recuerda la de “Drácula”). Más aún: Se menciona a Carlos Calderón Fajardo, quien trató el tema en una novela (titulada justamente “Sarah”), y el escritor Abraham Valdelomar inclusive aparece como personaje en el cómic, aludiendo a su cuento “Finis desolatrix veritae”, clásico del cuento fantástico / siniestro). 


A decir verdad, el primer acto del cómic es confuso, y las motivaciones de los personajes son más bien brumosas. Y es que el cómic asume que el lector ya estará por lo menos familiarizado con parte de la historia. Con todo, goza de una buena atmósfera y ciertos momentos de espanto bien logrados. Mas que nada, es una buena curiosidad. 

2.4.19

Moquito y la leyenda colonial.




- Moquito y la leyenda colonial. Juanele. En 1762, un Vizconde fue asesinado tras responder una pregunta sobre la hora del día. En tiempos actuales, un niño inquieto, acompañado de su abuelo y su perro, encuentra un misterioso medallón en el centro de la Ciudad de México --un medallón que lleva en su interior el alma del Vizconde asesinado. Pero hay alguien que desea apoderarse del medallón. Alguien que lleva siglos obsesionado con un plan diabólico...

Secuela de "El convento mutante", y como aquella una muy simpática historia que combina la aventura con el humor negro. A veces la mala leche de Juanele puede resultar excesiva, como ocurre con otros títulos suyos (ej, "Patote"). En ambas entregas de "Moquito", empero, consigue contenerse los suficiente para que el humor funcione sin resultar antipático, y sin tener que sacrificar la historia. Mantiene, eso sí, críticas culturales apenas disfrazadas en su historia (por ejemplo, al llorar la muerte del Vizconde, uno de sus jornaleros se lamenta: "¡El patrón era tan bueno! Nos latigueaba poquito". Y en el tiempo presente, una huída se frustra porque el metro Allende se está quemando -- ¡otra vez!). 

El estilo de Juanele es único; a veces engañoso. La inocencia que sus personajes parecieran mostrar en sus trazos "lindos" suele contrastar con sus egoístas intenciones. Pero ello es parte de la visión del mundo de su autor. Podrá no ser para todos los gustos, pero es alguien comprometido con su visión y estética. 

En fin, que se trata de un cómic recomendado tanto para los admiradores de Juanele como los del cómic en general. 

Mi herencia.




- Mi herencia. Ariel Orea. El joven Wicket ha recibido una propiedad en una isla. El único lugareño que encuentra se muestra reacio a llevarlo a la isla. Y es que como pronto descubrirá Wicket, el destino le ha jugado otra de tantas malas pasadas: La isla ha caído bajo una plaga que hace a los muertos alzarse de sus tumbas con un hambre voraz. Aunque quizás ésta idea también sea errónea...

Extraordinario cómic debut de Orea. Lo que al principio parece una historia tradicional (pero muy bien narrada) de zombies, poco a poco cobra un cariz más intimista. La herencia de Wicket no es una casa, ni es de hecho algo material dejado por una familia que toda la vida ha fingido que no existe. En vez de eso, es un sentido de comunidad que desarrolla con todos los desposeídos, los ignorados... los infectados. 

Es una obra de terror que consigue una vuelta de tuerca no solo en el sentido del giro argumental, sino con respecto a la ideología y el mensaje. 

Un debut que promete mucho. Le auguramos una buena carrera al autor.