18.2.10

Diario de lectura (09-10): Cuentos internacionales

- El vampiro de almas. Dalton Trevisan. Veintinueve breves cuentos tomados de quince libros del gran cuentista Trevisan; dos cuentos de los catorce primeros y una selección de minicuentos del quinceavo, titulado "Ah, ¿sí?". Si estilísticamente es justo comparar a Trevisan con autores como Monterroso y Arreola, temáticamente es muy otra cosa, es algo incluso parecido al Tario novelista (pero no al cuentista, que es el más conocido). Se trata de ficciones a menudo sórdidas que sin embargo tienen poco del llamado "realismo sucio" y en cambio mucho de exámenes de fuerzas destructivas. A notar especialmente el tema recurrente de la pareja que termina por devorarse entre sí, y que en los últimos libros son invariablemente Joao y María, Adan y Eva de un nuevo Edén/Infierno que es Curitiba, ciudad microcosmos de Trevisan. [Brasil]

- Las fuerzas extrañas. Leopoldo Lugones. Cinco cuentos reunidos por la editorial Trillas (parece ser una selección de la colección original aparecida en 1906, que constaba de trece cuentos); aunque mal editados conservan suficiente del texto original para brillar por su propia cuenta. En conjunto son una buena muestra de la rama fantástica de Lugones (a la postre maestro de Borges y de Bioy Casares) que retoma tradiciones legendarias y que revisten la aparición de lo extraordinario con gran sutileza. Los tres primeros, "El vaso de alabastro", "Los ojos de la reina" y "El puñal" son sucedáneos y tratan de las maravillas antiguas a ojos recientes: los dos primeros en el caso de Egipto y el tercero en el caso de Persia. En conjunto pasan de la intención desmitificadora al asombro ante lo insólito. "El secreo de Don Juan" es una pieza con algo de sardónico y algo de metafísico que trata, por supuesto, la leyenda del personaje titular. "Águeda", por fin, tiene mucho de leyenda romántica y algo de ecos de tradiciones mitológicas. Todos los cuentos hacen honor al título del libro, fuerzas que son incomprensibles a primera vista y que gobiernan irremediablemente el destino de sus testarudos testigos. [Argentina]

- La memoria de Shakespeare. Jorge Luis Borges. Los últimos cuatro cuentos del gran maestro, todos de tema fantástico y que rematan por fin varias obsesiones de Borges. Un cuento sobre el doble, el juego entre Borges real y Borges escrito que además diluye la memoria con el sueño y la muerte voluntaria. Otro sobre la fe y la incredulidad que es también parábola sobre la fe asceta y el milagro místico. Otro más sobre el caos con rasgos de horror cósmico expresados sin embargo con quietud y pulcritud, antes que con aspavientos. Y por fin, una alegoría sobre la relación entre la memoria y la existencia. Más que cerrar una época literaria, abren nuevas puertas a la fantasía. [Argentina]

- Queremos tanto a Glenda. Julio Cortázar. Diez de los excelentes cuentos fantásticos de Cortázar, con las sabidas obsesiones de su obra: los gatos, las relaciones entre hombres y mujeres, lo insólito, lo lúdico. Y acaso porque este fue un libro aparecido en 1980, la violencia, el horror de las dictaduras (pero siempre la dictadura como fondo, el temor más allá de la política), lo sininiestro que se oculta al margen de lo ordinario. Como siempre es notable el uso de la voz narrativa, que a menudo transforma el habla coloquial en clave poética y que dice callando. También de nuevo aparecen Argentina y Francia como esas dos tierras aparentemente opuestas pero que en realidad son dos caras de la misma realidad, la tierra literaria de Cortázar. [Argentina]

- Trizas de papel. José Antonio Ramos Sucre. La primera obra de Ramos Sucre es una recopilación de breves ensayos / alabanzas a próceres venezolanos y algunos textos poéticos (originalmente publicados en forma de plaquette); ha sido descrito como un libro "todavía un tanto indefinido e indeciso", lo cual es cierto. En particular los ensayos se suscriben a una mentalidad militar que los textos posteriores de Sucre definitivamente evidencian como ingenua. Los poemas en prosa, por su parte, ya muestran algo del enorme interés de Sucre por épocas mítico-históricas y por el dolor humano, aunque muchos se sienten aún tentativos. No menos cierto es que ya desde estas primeras páginas Sucre se muestra como un autor al margen de casi todos los intereses contemporáneos (la exepción, por supuesto, es el patriotismo que parece caracterizar buena parte de la literatura americana de principios del siglo XX), con una voz propia tan característica como única. [Venezuela]

- Anaconda. Horacio Quiroga. Diecinueve cuentos, nueve largos y diez breves, del gran maestro cuentista Quiroga. Todos ellos perfectos a su manera y todos representativos de su estilo, con todo y que cubren temas muy distintos: la muerte, la locura, el amor, la naturaleza, el horror... las obsesiones de Horacio. Aunque esta recopilación es postuma y se nota la desorganización de los cuentos (no hay unidad temática) todos brillan por sus propios méritos. Hay aquí cuentos fantásticos, cuentos siniestros, narraciones alucinantes y relatos insólitos. Algo para todos los gustos. [Uruguay]

- Prosas apátridas. Julio Ramón Ribeyro. Una selección de ese libro de reflexiones que forma parte de la antología personal del gran cuentista limeño. El propio Ribeyro señala que tales reflexiones bien podrían ser parte de su diario íntimo o de sus libros de ensayos; son breves reflexiones sobre temas comunes, pequeños ejercicios de flujo de conciencia que develan todo un sistema de pensamiento filosófico, desencantado por la banalidad de la existencia pero por otra parte fascinado por la supervivencia del todo a traves de la abstracción. Caso concreto, del cambio de objetos por signos que bien puede caracterizar a la madurez. [Peru]

- Un hombre muerto a puntapiés. Pablo Palacio. Nueve cuentos que conformaron el debut de este maravilloso, corrosivo, extraño escritor que fue Palacios. Los nueve son textos perfectos, de temática sórdida (enfermedades venéreas, defectos de nacimiento, obsesiones e inclusive un poco de magia negra) y ejecución sardónica. Que hayan sido publicados a los 24 años de su autor se justifica acaso históricamente: Palacio no habría de vivir mas que 43 años y siempre acosado por males hereditarios parecidos a los de sus personajes, dejándonos sólo este libro de cuentos, un par de novelas y algunos textos dispersos. Los retos semióticos (y gramaticales) que cada texto suyo contiene no se explican: se disfrutan. [Ecuador]

- Guerra del tiempo. Alejo Carpentier. Diez cuentos del gran escritor cubano y creador del supuesto "Real maravilloso" (o bien el que quiso trasladar el surrealismo francés al ambiente americano), que combinan el largo aliento de sus novelas barrocas con su interés por la rigurosidad histórica y la presencia de lo maravilloso en la realidad --lo que en conjunto conforma leyendas. Los cuentos vienen divididos en tres secciones: la primera, titulada "La vanguardia" son tres cuentos experimentales, dos de ellos inéditos (el primero de hecho inconcluso) hasta ahora. De estos tres destaca "El milagro del ascensor", que roza con la ciencia ficción. La segunda sección, "Guerra del tiempo", es la mejor e incluye un cuento largo (acaso demasiado) junto con dos más cortos y mejores: "Viaje a la semilla" (que es un ensayo filosófico sobre el tiempo presentado como cuento fantástico) y "Semejante a la noche" (sobre las falzas esperanzas de todo hombre que partió alguna vez a la guerra). De los últimos cuatro cuentos destacan "Los fugitivos" (que recuerda a Jack London y consigue trasplantar su influencia al mundo de Carpentier) y "Los advertidos" (agridulce cuento sobre el tema del diluvio universal y el politeísmo). [Cuba]

- Vida de un loco. Ryonosuke Akutagawa. Tres relatos difíciles de clasificar y que son característicos de Akutagawa --incluso podríamos atrevernos a decir que son textos personalísimos de su autor. "Jigokuhen", o "El biombo del infierno" es un cuento largo cuya anécdota central es la creación de un cuadro tan soberbio como terrible por el pintor Yoshihide en el japón feudal del siglo X; la verdadera fuerza (y tema) de este cuento es la ambigüedad y la duda: toda la historia se presenta desde dos puntos de vista simultáneos (uno que condena a Yoshide mientras ensalza al emperador para el que trabaja y otro que invierte sus papeles). Cuento entre fantástico y terrible con muchas reflexiones sobre la naturaleza casi sobrenatural del arte. Como decía Borges de Akutagawa "La extravagancia y el horror están en sus páginas, pero no en el estilo, que siempre es límpido". "Hagurugama" o "Engranajes" es un complejo juego literario que lo mismo puede leerse como una noveleta dividida en cuentos, una serie de variaciones sobre un tema similar (la obsesión y la locura) o inclusive como un diario literario. Por último está "Aru Ahô no Isshô", que da título al libro y que nuevamente puede ser leído como una colección de poemas en prosa o como un diario de suicido. Pero si resulta lo último, no es un diario confesional sino testimonial: al poco de concluir los dos textos anteriores Akutagawa se suicidó con una sobredosis de pastillas en 1927, a la edad de 35 años. Pero él mismo lo escribió: "No considero (al suicidio) un pecado, como hacen los occidentales". Precisamente como el torturado Yoshihide, Akutagawa tenía que ofrendar su propia vida al arte, precio a pagar por lograr obras sublimes y estremecedoras... [Japon]

- Vidas ejemplares. Marcel Schwob. Dos obras del elusivo y fascinante Schwob. "Vidas ejemplares" es una serie de cuentos fantásticos protagonizados por personas reales (o legendarias) en cuyas accidentadas vidas busca Schwob lo más sobresaliente de la existencia humana, sean sus protagonistas divinos, mezquinos u ordinarios. "La cruzada de los niños" es una colección de relatos entrelazados sobre el hecho histórico (tal vez legendario) de siete mil niños que buscaban recuperar Jerusalén. Ambas son obras imprescindibles para todo bibliófilo interesado en lo único y extraordinario. [Francia]

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