14.11.16

Diario fílmico.




- México Bárbaro. (México, 2014. Múltiples directores). Antología con ocho cuentos de horror (bueno, cuentos gore y a veces de miedo) que toman lugar en diversas partes de la república mexicana. Los cuentos son: 

- Tzompantli. (Dir. Laurette Flores). Un reportero recuenta una investigación sobre un caso escabroso, que comenzó como una investigación sobre una guerra entre narcos y que terminó revelando la presencia de antiguos y sangrientos rituales en el México moderno. 

- Jaral de Barrios. (Dir. Edgar Nito). Dos cuatreros se refugian en una hacienda que tiene fama de estar embrujada y se enfrentan a una presencia espectral, seductora, y sumamente mortal. 

- Drena. (Dir. Aaron Soto). Una joven se ve acechada por el alma de un difunto con un encargo más bien grotesco (o quizá con un sentido del humor retorcido). 

- La cosa más preciada. (Isaac Ezban). Una pareja adolescente se las ve con aluxes en lo profundo del bosque. Pero más que pequeños robos, lo que estos seres tienen en mente es algo mucho más traumático...

- Lo que importa es lo de adentro. (Lex Ortega). Una niña intenta convencer a su familia de que el vagabundo que vive cerca de su edificio residencial es en realidad un ogro --el hombre del saco adaptado a tiempos modernos, escabrosos...

- Muñecas. (Jorge Michel Grau). Una atracción turística muy famosa guarda un macabro secreto...

- Siete veces siete. (Dir. Ulises Guzmán). Un hombre realiza un ritual para revivir un cadaver que se ha robado de la morgue. Pero esto apenas es el inicio de una terrible venganza. 

- Día de los muertos. (Dir. Gigi Saúl Guerrero). En un cabaret de mala muerte, las empleadas y la dueña fraguan un ajuste de cuentas bañado en sangre. 

El mejor corto es probablemente el de Michel Grau, cuyo talento le permite manejar una buena atmósfera, ser sugerente sin tener que mostrar demasiado y hasta darse el lujo de un poco de estilización --la historia se presenta en blanco y negro y con una sola línea de diálogo (que además la dice un personaje menor). En general, ésta producción recuerda mucho el programa de televisión "13 miedos" (o "M13DOS") más que  nada por compartir un problema central con ésta: Todos los cuentos están tan obsesionados con el gore y el sensacionalismo que apenas si consiguen tejer una atmósfera propicia para el miedo. Como los guiones carecen de suficiente suspenso y misterio, en lugar de asustar causan repulsión. Y para peor, es evidente que los productores estaban más interesados en el aspecto publicitario (por ejemplo, se diseñaron diversos posters para cada capítulo, y con versiones especiales para el mercado anglosajón) que en cuidar la puesta en escena. 

Hay algunos momentos de interés, pero en general resulta ser una película que sí corresponde a su reputación: La de un intento más bien flojo, disparejo o de plano fallido. 

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