1.9.08

Rarezas literarias II



El ángel de Nicolás

Verónica Murguía

Era, 2003. 95 pp.

Es mi penitencia saber que la muerte por espada no se detendrá mientras haya hombres sobre la tierra...

Verónica Murguía, escritora mexicana, es conocida principalmente como autora de literatura infantil [Ladridos y conjuros, Hotel monstruo: bienvenidos, y títulos por el estilo]. Su faceta adulta incluye dos novelas [Auliya y El fuego verde] y este, su único libro de cuentos. Normalmente se les llama cuentos fantásticos en el sentido de que en ellos ocurren cosas sobrenaturales; la crítica literaria Eve Gil los llamó "fantasía histórica", puesto que son cuentos ubicados en un determinado periodo histórico, pero con elementos que presumiblemente no ocurrieron de manera literal... pero ambas clasificaciones son un poco inexactas. Estos cuentos son en cierto sentido metaficción: se trata de cuentos que toman como punto de partida diversos pasajes literarios (de la Biblia, por ejemplo) o mitológicos y, sí, en un par de casos se trat de anécdotas históricas. Pero los sucesos fantásticos que ocurren son más bien intervenciones divinas. Ello no los hace menos fantásticos, pero sí les concede, posiblemente, un cariz que este tipo de literatura sólo exhibe en sus mejores autores: todo lo fantástico es parte de la cosmología propia del autor, más que una simpática invención imaginaria. Los textos son:

  • El idioma del Paraíso. Comenzamos el libro con un texto basado en un famoso experimento que, se dice, ocurrió en varios momentos de la historia: el de un emperador que aisló a varios niños de todo lenguaje con la idea de que recurrirían al habla original. La lengua del Paraíso. Pero esta anécdota se nos cuenta desde un punto de vista poco común: el de una de las nodrizas obligada a cuidar a uno de los niños. Obligada por fuerza a nunca dirigirle la palabra al niño a su cargo y a verlo languidecer por falta de cariño, esta mujer ordinaria nos revela una simple verdad sobre el paraíso y el amor.

  • Mutannabi. Los últimos días de un poeta que existió en verdad y que en sus últimos momentos descubre para quien eran realmente sus obras.
  • El ángel de Nicolás. El cuento que le da título al libro y de donde he tomado el epígrafe del principio. En las ruinas de Constantinopla, un soldado se cuestiona sobre su lugar en el mundo. La aparición de un ángel le dará una respuesta, pero no el alivio que esperaba...
  • La piedra. La historia bíblica de Herodes, Salomé y Herodias que tanto fascinó a autores como Oscar Wilde o Jean Ray, ahora desde el punto de vista de Herodias, quien nos revela una nueva faceta del asunto.
  • El converso. El duque frisón Radbod está a punto de convertirse al cristianismo, la religión de sus vencedores. Pero una inquietud persistente sobre sus antepasados le hará reconsiderar sus acciones... Otro cuento con una base histórica y un problema teológico que persiste hasta nuestros tiempos.
  • La mujer de Lot. La historia de Sodoma y su destrucción narrada por el personaje del título, quien consigue trastocar el sentido que tradicionalmente se le adjudica a este pasaje bíblico. Un cuento que invita a reflexionar sobre la crueldad, la injusticia y la fe que a menudo impide notar la simple belleza del mundo sensual.
  • Marsías. La historia del fauno Marsías, que nuevamente trastoca la interpretación tradicional de una vieja historia. De ser un ejemplo de hybris pasa a ser una alegoría sobre el arte, la belleza y el despotismo.

Un libro escrito en un estilo lento, detallista y preciosista que probablemente molestará a más de un lector contemporáneo, acostumbrados como estamos a la literatura inmediata y cínica. Una reflexión sobre la compleja relación entre el ser humano y eso que en diversos tiempos hemos llamado el Cosmos, Dios, los dioses... o el universo.

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