- Upgrade. (Australia, 2018. Dir. Leigh Whannell)
En un futuro no muy lejano, la mayoría de los automóviles y de las casas son completamente electrónicos, conectados al internet, y hacen todo el trabajo por nosotros. Los drones nos vigilan constantemente, aunque no por eso nos protegen. Sin embargo, aún circulan autos no electrónicos y existen algunas personas a las que no les interesa ese exceso de tecnología. Uno de ellos es Grey, mecánico a quien, tras quedar viudo y cuadraplégico por un ataque, se le ofrece una posibilidad insólita. Un chip implantado en la médula espinal que le devuelve todo el control de su cuerpo. Pero el chip comienza a comunicarse con Grey y le propone una manera de cobrar venganza. Mas la fusión entre hombre y máquina puede ser peor de lo que nadie sospechaba…
Extraordinario thriller de ciencia ficción que en su momento más de un crítico quiso rebajar. Pero resulta que la historia que propone hace malabares ingeniosos con tópicos propios del cine de acción y de espionaje. La muy cuidada puesta en escena y las extraordinarias actuaciones se apoyan en una dirección que sabe cómo pasar de lo vertiginoso a lo reflexivo. En fin, una de las pocas películas que equilibran correctamente el entretenimiento y la sátira. Vale la pena.
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