21.12.20

Golden Kamuy, vol. 10


Un duelo entre adivinas… una prótesis que es un rifle encubierto… la manera en que se puede vencer a un batallón entero tan solo con una espada… una imitación perfecta que sin embargo conduce a la muerte… y un rescate que desemboca en más locuras…

Éste drama de aventuras ha conseguido pasar de lo trágico a lo maravillosamente espectacular y sin por ello dejar de lado los ingredientes que lo han ido caracterizando durante diez volúmenes. Lo que ha ido en aumento es el humor, y la voz del autor que nos dice que aunque tenga una base histórica y se traten temas peliagudos, no hay que tomarse nada demasiado en serio. Pues si así lo hiciéramos perderíamos el goce de la lectura. 


Disfrutemos, pues, ésta loca serie mientras de todos modos admiramos los momentos desgarradores por los que atraviesan sus protagonistas. 


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Beastars, vol. 11



- Todo el volumen toma lugar en una sola noche: La víspera de año nuevo. Para ser más exactos, la pelea final entre Riz y Legosi, pero también el fin de la estancia de Louis con los Shishigumi. 


Capítulo 89 


- Parte del auto engaño de Riz es que se convence a sí mismo de que perdió el sentido del gusto por haber llegado al éxtasis (pues sí) con Tem y que ahora lo recupera porque va a comerse a Legosi. Pero en realidad es simplemente porque había vuelto a tomar su medicina y ahora la deja, hasta el grado de incinerar todos sus paquetes extra. 


- Pero también implica dejar algo de lado: Aunque hubiera ganado el encuentro, no hubiera podido seguir ocultando sus acciones por mucho rato. Quizá en el fondo sabía que la pelea a la que se dirigía sería un evento sin retorno. 


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- La forma en que todos pasan el año nuevo: Sea con amigos, con la familia o exterminando a familias criminales, ejem. 


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- Conforme se acaba el año viejo, caen las máscaras: Riz finge haber matado a Pina, pero sólo lo hirió. Y Louis se da cuenta de que sus sentimientos hacia los carnívoros han cambiado. Sin embargo…


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- Sin embargo también cae la máscara de Ibuki, que a final de cuentas resulta no ser la figura paternal que parece. Resulta que es exactamente lo que los otros leones decían: Un trepador social. A tal grado que intenta matar a Louis puesto que ya no le es de utilidad —solo para morir a manos de su propio subordinado. 


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- Un buen par de símbolos: Louis, que debe atravesar un túnel oscuro y luego un callejón para llegar a donde quiere (pero perderá algo al llegar) y Legosi que se vuelve uno con su alimento (pero también tendrá que sacrificar algo para ganar). 


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- Otra máscara que cae: Riz por fin acepta que lo que hizo no fue un acto de amor, sino de egoísmo. Que matar a Tem fue por puro deseo, y que se había mentido a sí mismo sobre las circunstancias. 


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- Y ahora sí, lo que tanto Louis como Legosi perderán: Louis termina por ofrecer su pierna (la que está marcada con el número del mercado de carne) y así corta de tajo su pasado, pero para ello literalmente perderá una extremidad. Y Legosi tendrá que perder su ilusión de poder ser fuerte sin tener nunca que devorar. Digamos que el mundo es cruel y hay que hacer sacrificios para sobrevivir. Pero aún entonces puede hacerse con sinceridad, como el caso de Legosi, o con hipocresía, como tantos otros en esta historia. 


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- Y un giro propio de las convenciones dramáticas: Legosi ganó y Riz acepta su derrota. Inclusive Legosi y Louis consiguen volverse amigos… solo para que entonces llegue la policía, lo que acabará por traerles aún más complicaciones… el próximo año, tanto para ellos como para nosotros, jeje. 


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17.12.20

Revoluciones Alternas.



- Ni Centenario ni Bicentenario: Revoluciones Alternas

Colección de ensayos que ilustraron la muestra del mismo título ofrecida en el año 2009. Se trataba de una exposición que aprovechando el contexto de la celebración del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, proponía una reflexión alterna de lo que son revoluciones e independencia desde una perspectiva distinta: Los estudios de género. 


Partiendo del concepto de que lo personal es político, reúne ensayos de diversos autores con respecto al cuerpo en la cultura mexicana y universal, abarcando lecturas feministas, teoría Queer, estudios médico-filosóficos, y mucho más. Incluye también una selección de las obras presentadas en la muestra —una maravillosa colección de fotografías, esculturas, posters y obras inclasificables. 


Testimonio invaluable de corrientes que aunque no surgieron en el siglo XXI, sí han florecido en éste, y que nos llevan a plantearnos (o hasta a re-plantearnos) la relación que tenemos con nuestros propios cuerpos y los de otras personas. Cuestiones de género, de sexualidad, de belleza, de enfermedad, de proyectos de nación, de comercio… toda una gama de espectros a estudiar. 


Sumamente recomendado. 


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9.12.20

Prejuicios, tan arraigados...

Una de las cosas que más me parten el corazón pero que a la vez me irritan, es que me he topado una y otra vez con gente abiertamente gay y que se ponen a repetir toda clase de prejuicios sin siquiera pensarlo. El racismo casual. Ideología muy tendiente al fascismo, si no es que abiertamente. Los que se creen que tienen más derecho a vivir que el pueblo al que desprecian, con el argumento de que tienen mejor educación. Pues si, se tiene mejor educación por puro privilegio y ahora resulta que lo quieren llevar hasta el extremo. Los que tan desesperadamente quieren ser aceptados (más bien asimilados) por los muy adinerados que son capaces de humillarse hasta la médula con tal de caerles simpáticos. De reírse con supuestas bromas pensadas para insultarlos. 


Que con eso se destruyen todavía más, ni les pasa por la cabeza. 


Los hay quienes se tragan la idea de que entre los minorías —digamos alguna etnia indígena, alguna comunidad de migrantes, algún barrio de poco dinero — priva la homofobia y por lo tanto los odian. Que en ellas como en absolutamente todo el mundo hay toda clase de sexualidades, ni se les pasa por la cabeza. 


O sí les pasa, que es peor. A veces se trata de hipocresía simple y llana. 


De estar conscientes de que viven en un país que se anuncia como abierto y tolerante, pero que realmente nunca ha dejado de odiarlos por la sencilla razón de ser homosexuales. Pero en lugar de tomar conciencia entonces de qué desventajas padecen, qué privilegios sí tienen, y usar los segundos para combatir las primeras —para ellos y para otros… en lugar de ello, optan por el egoísmo. 


No es que sirva de mucho. Los adinerados a los que quieren caerles simpáticos de todas maneras los apuñalarán por la espalda en cuanto se aburran. Basa con notar cuántos muertos intentan borrar de la historia. 


Y conste que apenas hablamos de uno de miles de prejuicios entrelazados en la sociedad que conforma la Ciudad de México. Da para muchísimo más el tema. 


En fin, me irrita y me parte el corazón. Pero ni modo, al menos así sé de cierto a quienes no me interesa mendigarles simpatía. 


Así es la vida. 


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4.12.20

El marido de mi hermano, vol. 4



Yaichi enfrenta por fin sus propios prejuicios y cobra la valentía necesaria para decirle sus verdades a la gente —al maestro que prefiere barrer temas incómodos bajo la alfombra que enfrentarse a un mundo cambiante. A sí mismo, que desaprovechó el tiempo con su hermano. Rotas las barreras, por fin intenta conocer y honrar la memoria de Ryouji. Apenas a tiempo, pues esta historia ha llegado a su conclusión…


Un final agridulce, aunque mucho más dulce que agrio, centrado en la partida y en lo efímero. Como corresponde, quedan algunas dudas abiertas, porque como bien lo dicen los propios personajes no es un “adiós”, sino un “nos vemos”. No porque haya una secuela planeada, sino porque las mejores historias prosiguen mucho después del punto final. 


En tres semanas para los personajes y cuatro volúmenes para los lectores, hemos asistido a un encuentro que cambia la vida de todos. 


Ojalá que como con Yaichi, más de un lector se abra a mejores posibilidades tras su lectura… que deje de conformarse con lo rutinario y explore vetas mucho más insólitas. 


Es preciso, para bien vivir. 


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2.12.20

El marido de mi hermano, vol. 3



Una espontánea vacación familiar en un Onsen, hoteles con baño termal típicos japoneses, acerca a Yaichi a su familia, incluido Mike. Poco a poco va comprendiendo Yaichi cuánto se distanció de su hermano y a qué se debió. Pero de hecho hay cosas que Yaichi aún no ha notado. Por ejemplo, el reencuentro con un compañero de clases de hace años —el cual resulta ser gay de closet. Pero tampoco ha notado que Mike vino a Japón con un objetivo en mente. Ahora corre el tiempo para que aproveche una oportunidad dorada…


Éste excelente drama se aproxima al final, manteniendo en todo momento la sutileza y el tono realista. Y como las mejores historias, nos ofrece una manera distinta de ver las cosas, la vida misma. ¡Cuántas cosas ignoramos por estar anclados en la rutina! 


También son importantes, de nuevo, las cápsulas históricas. Mucho ojo a la importancia de no exponer a la gente contra su voluntad, que puede acarrear consecuencias desastrosas. O al detalle de no convencernos de que nuestras propias suposiciones son la única verdad. 


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