20.8.20

Día - 29



- La carreta fantasma (Körkarlen). Suecia, 1921. Dir. Victor Sjöström. 


En la noche vieja, una hermana de la caridad yace agonizante de tuberculosis y pide ver a un hombre: David Holm. En lugar de éste, se presenta la esposa de David, a quien la agonizante le pide perdón por algo del pasado. Mientras tanto, el tal David pasa la noche bebiendo con compañeros de juerga en un cementerio y cuenta una extraña leyenda que oyó hace tiempo. El pecador que muera al llegar el año nuevo será castigado convirtiéndose en el conductor de La Carreta Fantasma, y tendrá que cargar las almas de los que mueren con violencia hasta que encuentre a su reemplazo. Pero al acercarse la medianoche, todos comprobarán que la carreta no es solo una leyenda…


Extraordinaria película muda basada en la novela de Selma Lagerlöf. Un cuento fantástico y siniestro que si bien un poco largo y a veces roza con lo moralista, posee por otro lado una puesta en escena que a la fecha sorprende. Los efectos para volver incorpóreos a los fantasmas, o el hecho de que los interiores se presenten en sepia y los exteriores en azul. 


Además la moral se vuelve tan compleja como los elementos fantásticos (que es una de las vertientes del género, lo fantástico ambiguo). A primera vista la culpa de todo la tiene el alcohol, pero David realiza sus acciones más crueles estando completamente sobrio. Y más aún: Así como los personajes que nos presentan como malos eventualmente buscan una redención, resulta que los personajes que nos presentan como víctimas son capaces de acciones tan egoístas como querer retener a alguien simplemente por orgullo o hasta matar por desesperación. Según lo dice el carretero, no se puede evitar la muerte, sólo rogar que cuando nos llegue la hora estemos listos para ello. 


Y además la película ejerce más influencia de la que uno podría pensar. ¿Recuerdan esa famosa escena de “El resplandor” en que Jack parte la puerta a hachazos para atormentar a su esposa? Lo crean o no, esa escena se hizo primero aquí. Y la secuencia en que el carretero recoge el alma de un náufrago encallado en el fondo del mar recuerda una escena clave en la posterior “Night of the hunter”. Es que la historia del cine y el arte en general es más continua de lo que a veces creemos. 


En fin, una película un poco olvidada y que vale mucho la pena ver. 


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