C. 125
- Tenemos nuevamente a la familia de Haru, y con ciertos prejuicios maquillados de cortesía. Su posición veladamente opuesta al tema de los matrimonios exogámicos (“Es un asunto ajeno a nosotros”, dice el padre). Pero una vez que se percatan de que el tema está aquí mismo, en su casa, optan por hacerse los ignorantes.
- Con todo, una vez que no hay manera de ocultarlo, la solución por la que opta la familia sigue siendo la cortesía.
- El ministro de reconciliación, que presenta un artículo a favor del tema exogámico (su argumento es que beneficiaría a la sociedad, pero sobre todo a la economía) volverá a aparecer un poco más adelante.
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- He aquí el ministro en cuestión, que censura información acerca de un asesino justamente porque podría perjudicar su plan económico. El problema de creerles a funcionarios que dicen ser benévolos.
- Otro tanto con la fuerza policial, que por tan especializada que está resulta completamente inútil ante un asesino híbrido, de cuya naturaleza no tienen ningún dato concreto.
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- El aspecto social sobre que así como está mal visto comer carne en público, también está mal visto rechazarla en privado.
- Para ésta oficinista el desahogo son fiestas sexuales clandestinas. Conviene recordar que en estas agrupaciones es que se gestan cambios importantísimos para el mundo, como la reivindicación de las comunidades LGBT. En espacios que se creían de encierro se gestan las mejores rebeliones.
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- Legosi, claro está, no sabe qué hacer en un mundo adulto clandestino, y así acaba siendo manipulado por todos a su alrededor, hasta acabar en el borde de la muerte.
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- El reencuentro de Louis con los Shishigumi, la mafia león, que desde entonces han caído en desgracia: Sus cuarteles están cada vez más ruinosos, su nuevo jefe los trata con un sadismo que sobrepasa los de todos los anteriores y finalmente, como admite uno de ellos, no tienen escapatoria. Nacidos y creados en el barrio criminal, no saben hacer otra cosa.
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- Entretanto, Legosi conversa con su madre, Leano, quien murió hace años. La historia de ella revela hasta qué grado el prejuicio social puede corromper a una persona. En su caso, hasta el grado de rechazar a su padre y al final suicidarse por vergüenza de su propia sangre mixta. Un destino terrible.
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