- Call me by your name (Italia-EU, 2017. Dir. Luca Guadagnino)
En un caluroso verano de 1983, Elio pasa las vacaciones con sus padres en un pueblo prácticamente anónimo del norte de Italia. Apenas se entretiene con su novia y con los a menudo pintorescos amigos de sus padres. Pero entonces llega Oliver, un alumno del padre de Elio y con el cual vivirá Elio el verdadero despertar sexual, un romance intenso que además es el fin de la infancia. Pero que consigo trae verdades —algunas iluminadoras, como el qué significa ser una familia judía en un país que todavía conserva admiración por Mussolini; otras desgarradoras —como lo que significa tener que ocultarse hasta el punto de perder el amor. Basado en la novela de André Aciman.
Extraordinaria película de Guadagnino, parte de una trilogía sobre el tema del deseo y que se ha ganado millones de admiradores en todo el orbe. Aunque de producción estadounidense (y en efecto hablado en su mayoría en Inglés), es realmente una película italiana en todo: En el ritmo narrativo, en la puesta en escena, en los temas, inclusive en esta toma final que deja correr los créditos mientras un personaje pasa por una serie de reflexiones internas. Quizá por esa razón causó cierto escándalo en los Estados Unidos, donde el tema del fin de la infancia gracias al despertar sexual siempre es visto con horror y berrinches. Más aún si es un asunto homosexual.
Pero lo importante es la belleza del propio filme, desde los paisajes hasta las sutiles actuaciones, desde la arquitectura hasta discusiones sobre la sensualidad de las estatuas. Ojo, por cierto, al famoso monólogo del padre cerca del final —que no es una fantasía progresiva, como al parecer entendieron varios críticos, sino uno de muchos periodos históricos que se insiste en tratar de ocultar y negar. Pero no, estos temas tarde o temprano resurgen, justamente como aquellas estatuas que ni los pruritos religiosos y la censura pueden destruir.
En fin: Gran película, sumamente recomendada.
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