El sombrerón.
Guatemala, 1950. Dirs. Guillermo Andreu y Eduardo Fleischman.
Inspirada en el famoso personaje del folclor guatemalteco (aunque también existe en otros países de Centroamérica e inclusive en el sur de México), “El sombrerón” fue la primer película sonora de Guatemala y por descontado uno de sus primeros filmes fantásticos y / o de terror.
En realidad se trata de tres historias, cada una inserta en la otra a manera de un largo flashback, y en todas ellas se sugiere la presencia del Sombrerón… de una figura oculta con un enorme sombrero y que se cuenta es un alma en pena. En la primera historia, los empleados de una finca tratan de resolver el misterio tras la desaparición de varias reses. En la segunda, un sacerdote recibe una inquietante visita a media noche. Y en la tercera se nos narra el origen del propio Sombrerón a consecuencia de un duelo amoroso que termina de manera trágica.
Este filme tiene una muy larga cantidad de canciones y bailes insertos, al grado que casi podría clasificarse como musical (no nos pongamos demasiado pedantes con la taxonomía, que eso arruina la experiencia de todos). También busca retratar el lenguaje coloquial y los paisajes rurales.
Una curiosidad que vale la pena ver — sí, sí, con algunos defectos, pero en mi opinión estos hacen que las virtudes que sí tiene brillen más.
“¿Absolución, padre? Toque mi mano fría y sépalo. ¡Yo soy el sombrerón, el maldito!”
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