Otro volumen que leí el año pasado. Veamos:
Capítulo 8.
- Licuados de hormiga: En éste mundo los insectos (y podemos suponer que otras especies, como los arácnidos) pueden ser mascotas y ganado —cosa que también pasa en el nuestro, aunque un poco menos. Bueno, son una buena fuente de proteína.
- La misoginia casual: Al que engaña a novia con otra lo compadecen por que “su novia es un monstruo” y de paso culpan a la otra.
- Haru guardó la cola de Legosi en sus tirantes; sirve como gag pero también para mostrar que no le intimidan los animales más grandes —porque cuanto puedan hacerle, ella ya se lo esperaba.
- “Los débiles deben apoyarse entre sí para sobrevivir”, dice Haru. Esto en completa oposición a Louis, a quien los otros ‘débiles’ no le importan.
Capítulo 9.
- La ignorancia de Legosi sobre el sexo puede parecer excesiva; hay que tomar en cuenta el ideal Japonés (en realidad también existe en otros lados) sobre lo infantil visto como señal de pureza.
- La reputación de Haru al parecer sólo se difunde entre los herbívoros.
- Otro detalle de ‘world-building’ (o sea, de detalles que enriquecen el mundo en que ocurre la historia: Las “horas ecológicas”, cuartos especializados para cada especie, una especie de servicio de solaz que ofrece la escuela.
- El despertar sexual de Legosi, que por cierto no viene en paralelo al ansia de violencia, sino aparte de éste. ¡Cuántos autores parecen pensar que son lo mismo!
Capítulo 10.
- El club de teatro es el único en que conviven carnívoros y herbívoros.
- Además es un refugio para “niños problema”. Parece ser que todos los miembros o bien tienen un pasado difícil o bien sufren alguna condición especial. Sólo se entra al club por invitación.
Capítulo 11.
- El club de periodismo cuenta con que Louis sufra algún accidente. Pues sí, el amarillismo también existe en su mundo…
- Louis deprecia lo que incluso percibe como su propia debilidad. Al igual que Haru, piensa que tarde o temprano será presa de alguien.
- En efecto tiene una dinámica psico-sexual con Legosi (esa famosa escena en que lo obliga a mostrarle los dientes), pero lo que no hay en ella es cariño. (Eso más bien se ve con los compañeros de cuarto de Legosi, fíjense…)
Capítulo 12.
- El monólogo de Louis lo deja en claro: No le importan los demás, sólo su propio éxito. Y es que de otra forma no podría darlo todo en su actuación. Solo puede brillar si siente que es el único en el escenario.
Capítulo 13.
- Tan inseguro es Louis que aunque los demás lo feliciten, él solo siente lástima de parte de ellos.
- Por otro lado, Els sabe que Bill sólo se finge bravucón para calmar sus nervios. Más adelante iremos viendo más de su amistad.
Capítulo 14.
- Puede parecer morboso usar sangre de conejo como estimulante. ¡Pero vaya si funciona!
Capítulo 15.
- Aun y así, Bill no está a la altura de Louis en lo que respecta a actuación. Ni modo.
- Aquí se explica parte de la reputación de Legosi: Para el público pareciera que atacó a Bill sin más ni más. Y eso que Bill termina por cortarlo.
Capítulo 16.
- Parece raro que el público se crea que todo esto es parte de la obra. Y en efecto, después veremos que en verdad eso no fue así.
- El ojo de la víbora, que después tendrá importancia. Mucho después. ¡Hasta el volumen 7!
- Pese a los golpes, resulta que Legosi y Bill se llevan como amigos. Bueno, son adolescentes…
Extra.
- Louis se para derecho para verse más grande, mientras que Legosi se encorva para tratar de no ser visto.
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Cuento en prosa:
“Los fantasmas no existen”, de Guadalupe Dueñas. Recopilado en ‘Obras completas’. Magnífico cuento de aparecidos.
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