4.3.20

Beastars, vol. 2


Otro volumen que leí el año pasado. Veamos: 



Capítulo 8. 

- Licuados de hormiga: En éste mundo los insectos (y podemos suponer que otras especies, como los arácnidos) pueden ser mascotas y ganado —cosa que también pasa en el nuestro, aunque un poco menos. Bueno, son una buena fuente de proteína. 

- La misoginia casual: Al que engaña a novia con otra lo compadecen por que “su novia es un monstruo” y de paso culpan a la otra. 

- Haru guardó la cola de Legosi en sus tirantes; sirve como gag pero también para mostrar que no le intimidan los animales más grandes —porque cuanto puedan hacerle, ella ya se lo esperaba. 



- “Los débiles deben apoyarse entre sí para sobrevivir”, dice Haru. Esto en completa oposición a Louis, a quien los otros ‘débiles’ no le importan. 


Capítulo 9. 

- La ignorancia de Legosi sobre el sexo puede parecer excesiva; hay que tomar en cuenta el ideal Japonés (en realidad también existe en otros lados) sobre lo infantil visto como señal de pureza. 

- La reputación de Haru al parecer sólo se difunde entre los herbívoros. 

- Otro detalle de ‘world-building’ (o sea, de detalles que enriquecen el mundo en que ocurre la historia: Las “horas ecológicas”, cuartos especializados para cada especie, una especie de servicio de solaz que ofrece la escuela. 

- El despertar sexual de Legosi, que por cierto no viene en paralelo al ansia de violencia, sino aparte de éste. ¡Cuántos autores parecen pensar que son lo mismo! 


Capítulo 10. 

- El club de teatro es el único en que conviven carnívoros y herbívoros. 

- Además es un refugio para “niños problema”. Parece ser que todos los miembros o bien tienen un pasado difícil o bien sufren alguna condición especial. Sólo se entra al club por invitación. 


Capítulo 11. 

- El club de periodismo cuenta con que Louis sufra algún accidente. Pues sí, el amarillismo también existe en su mundo…

- Louis deprecia lo que incluso percibe como su propia debilidad. Al igual que Haru, piensa que tarde o temprano será presa de alguien. 

- En efecto tiene una dinámica psico-sexual con Legosi (esa famosa escena en que lo obliga a mostrarle los dientes), pero lo que no hay en ella es cariño. (Eso más bien se ve con los compañeros de cuarto de Legosi, fíjense…)


Capítulo 12. 

- El monólogo de Louis lo deja en claro: No le importan los demás, sólo su propio éxito. Y es que de otra forma no podría darlo todo en su actuación. Solo puede brillar si siente que es el único en el escenario. 


Capítulo 13. 

- Tan inseguro es Louis que aunque los demás lo feliciten, él solo siente lástima de parte de ellos. 

- Por otro lado, Els sabe que Bill sólo se finge bravucón para calmar sus nervios. Más adelante iremos viendo más de su amistad. 


Capítulo 14. 

- Puede parecer morboso usar sangre de conejo como estimulante. ¡Pero vaya si funciona! 


Capítulo 15.

- Aun y así, Bill no está a la altura de Louis en lo que respecta a actuación. Ni modo. 

- Aquí se explica parte de la reputación de Legosi: Para el público pareciera que atacó a Bill sin más ni más. Y eso que Bill termina por cortarlo.  


Capítulo 16. 

- Parece raro que el público se crea que todo esto es parte de la obra. Y en efecto, después veremos que en verdad eso no fue así. 

- El ojo de la víbora, que después tendrá importancia. Mucho después. ¡Hasta el volumen 7!



- Pese a los golpes, resulta que Legosi y Bill se llevan como amigos. Bueno, son adolescentes…

Extra. 

- Louis se para derecho para verse más grande, mientras que Legosi se encorva para tratar de no ser visto. 



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Cuento en prosa: 


“Los fantasmas no existen”, de Guadalupe Dueñas. Recopilado en ‘Obras completas’. Magnífico cuento de aparecidos. 

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